El pasado sábado 9 de noviembre, el Museo de Arqueología e Historia del Chamizal fue el escenario para la primera edición del Border Wine Fest.
A partir de las 9:45 de la mañana, se abrieron las puertas del recinto para dar inicio a un evento que reunió a dos mil asistentes, entre parejas, amigos y familias.
El evento contó con una variada oferta de actividades, entre las que se destacaron talleres de café, paella, cerveza artesanal, cata de vinos, puros y quesos.
Los asistentes recibieron al ingresar un kit que incluía una copa de vino con el logo del evento y una bolsa, además de una tabla de madera para degustar charcutería junto con la copa.
A partir de las 10 de la mañana, se llevó a cabo el «wineworking», un espacio donde los participantes disfrutaron de catas de vinos, mientras conocían más sobre las variedades ofrecidas por las casas vinícolas presentes.
Cada bodega proporcionó información sobre sus productos, además de ofrecer la posibilidad de adquirir sus vinos, con un semáforo que indicaba los horarios de venta.
El evento contó con la presencia de 45 casas vinícolas, que trajeron a la ciudad un total de 600 etiquetas, según confirmó la organización.
Entre las casas vinícolas destacaron varias de Chihuahua, Valle de Guadalupe en Baja California, San Luis Potosí, Querétaro y Las Cruces. Entre las principales bodegas presentes estuvieron Rosa Arena, ubicada en el desierto de Samalayuca, Vinícola del Norte de Chihuahua, Bodegas Penisque, Turbina, Casa Elica y Palomino.
También participaron otras reconocidas casas como LA Cetto, Barón Balché, Santo Tomás, Las Nubes, Cava Quitanilla, Vena Caba, Colibrí, Tres Raíces.
Además de las catas y los talleres, el festival tuvo el apoyo de la Dirección de Desarrollo Económico, con la presencia de Héctor Ortiz Orpinel, secretario del ayuntamiento, Tania Maldonado, directora de desarrollo económico, y el regidor Alejandro Acosta.
Durante el evento, los asistentes recibieron un boleto para participar en la rifa de un viaje para dos personas, cortesía de la agencia Travesía Travel, con destino al Valle de Guadalupe. El viaje, que se realizará el 27 de marzo de 2025, incluirá un recorrido por la Ruta del Vino, con una duración de cuatro días y tres noches, y una visita a seis vinícolas, con una experiencia gastronómica diseñada por el chef Alex Borruell.
Abel Gallegos, parte de la organización del evento, compartió que este festival fue «el más grande de la ciudad», y destacó el esfuerzo por reunir tantas vinícolas en Ciudad Juárez.
«Juntar tantas vinícolas en Ciudad Juárez ha sido un gran reto, pero nada imposible. Cada una de las casas que llega nos comparte su sabiduría. Esto es una vendimia, si bien es un festival, se está simulando una vendimia, una celebración de un fruto que se cosechó durante muchísimo tiempo», expresó.
El festival fue calificado por Gallegos como un evento etnogastronómico, que fusiona la gastronomía y el vino, y que continuará como una actividad permanente en los jardines del museo.
En esta edición, el evento también contó con la participación del sommelier Fernando Ruiz, quien contribuyó al conocimiento y la experiencia de los asistentes sobre el vino y su maridaje.
Además de la oferta vinícola y gastronómica, contó con el respaldo de más de 20 patrocinadores, entre los que se incluyen el Gobierno Municipal de Ciudad Juárez, Chilechilaca, Exhibit, Big Media, Superette y Lecherías Zaragoza.
La tarde trajo consigo una de las experiencias más esperadas del festival: el pisado de uvas. A pesar de las bajas temperaturas, los asistentes no dudaron en subirse a la base circular, donde en parejas y sosteniéndose de cuerdas, vivieron esta actividad tradicional, acompañados por el sommelier Homero Martínez.
Para el cierre, el festival culminó con un concierto del cantante Nicho Hinojosa, quien creó un ambiente bohemio y de unión entre los asistentes. El público coreó sus canciones, marcando el cierre del festival.